Rioja Alavesa en otoño

Tras el agitado periodo de vendimia, el otoño es un auténtico remanso de paz y tranquilidad, excelente para disfrutar de Rioja Alavesa con un clima mucho más benévolo que nos invita a desconectar del mundanal ruido, pero sobre todo a disfrutar de un increíble paisaje.

 

Una vez que los viñedos han entregado su preciado fruto, las vides, y especialmente sus hojas, comienzan a adquirir diferentes tonalidades, con  amarillos, verdes, rojizos y ocres entre otros, preludio del fin de su ciclo de vida anual. Las distintas variedades de vides y las parcelas conforman mosaicos únicos con los que querrás poner a prueba tu cámara de fotos.  

 

Te proponemos

  • Pasear entre viñedos y buscar los distintos miradores, para recabar las mejores postales, especialmente con las puestas de sol.
  • Recorrer el viñedo para recoger alguna racima, que siempre queda, para saborear todavía uvas maduras.
  • Visitar nuestras bodegas en plena actividad, para contemplar cómo se está produciendo la fermentación de los mostos y cómo se van obteniendo los primeros vinos.
  • Realizar reportajes fotográficos por viñedos comprobando el increíble mosaico de colores naturales que conforman los viñedos.
  • Recolectar pámpanos de distintos colores para confeccionar posteriormente en tu casa un mural.
  • Ir de poteo y disfrutar de la mejor gastronomía de Rioja Alavesa.
  • Visitar alguno de nuestros trujales de aceite, que a finales de otoño abren sus puertas para mostrarnos la recolecta de la oliva y el proceso de producción del aceite de oliva virgen extra característico de Rioja Alavesa.
  • Realizar la experiencia singular de catar el aceite de oliva virgen extra variedad Arróniz y descubrir sus bondades comparadas con otros tipos de aceite.
  • Recorrer la comarca haciendo senderismo por cualquiera de nuestros GRs o rutas circulares locales.