Tradiciones de Semana Santa en Rioja Alavesa
Además de las habituales procesiones de Semana Santa, en Rioja Alavesa destacan algunas tradiciones singulares de las que podemos disfrutar en estas fechas señaladas.
En la Iglesia de Santa María de los Reyes de Laguardia el Viernes Santo, 30 de marzo, se representa el Descendimiento o Desenclave de Cristo. Al finalizar los oficios religiosos se coloca en lo alto del altar una voluminosa imágen de Cristo en la Cruz, que tiene los brazos articulados. Varios miembros de la cofradía "Hermanos de la Escuela de Cristo", cubiertos con sus túnicas negras, desenclavan las manos y los pies de Cristo para introducir el cuerpo en el Sepulcro. Posteriormente se realiza una procesión por las calles de la villa terminando en la Iglesia de San Juan Bautista.
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El Domingo de Resurrección, 1 de abril, se celebrarán otras tradiciones singulares en torno a la figura de Judas Iscariote en las poblaciones Moreda de Álava y Samaniego.
En Moreda de Álava podrá disfrutarse de la ancestral Quema de los Judas, que comienza a las 12 horas con una vuelta al pueblo con los muñecos de el Judas y la Judesa al son de la música de los gaiteros. El recorrido termina en la Iglesia, donde son colocados en la pared para que la gente pueda verlos al entrar a misa. Después de la Misa Mayor, hacia la una y media del mediodía, se da comienzo a la lectura de la sentencia, donde se critica a los acusados de haber sido los autores y causantes de todos los males que durante el año han acontecido en la Villa de Moreda. Finalmente se procede al volteo y quema tanto del Judas como de la Judesa.
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También comenzando a las 12 horas, en la villa de Samaniego, se realizará el conocido Juicio a Judas. En este caso un muñeco de paja realizado por los jóvenes del pueblo y que representa a Judas, es colgado en la plaza del pueblo, donde se le realiza un Juicio en el que se le achacan todas las cosas malas acontecidas en el pueblo durante el año pero donde, también, su abogado defensor intenta vincularle, sin éxito, con las bonanzas de los últimos 12 meses. Judas es siempre declarado culpable y obligado a cumplir la condena que no es otra que ser arrastrado por los niños y niñas de la localidad hasta la puerta de la Iglesia, donde le prenden fuego para expiar sus pecados.
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